Nuestro recorrido continúa hasta el Solmsparkque linda perfectamente con el parque Brentano y también está atravesado por el río Nidda. Allí nos encontramos con una maqueta de castillo rodeada de un pequeño muro y bancos. Un panel informativo revela que se trata de una maqueta del castillo de Rödelheim, que existió hasta 1944 y cuyos muros fueron descubiertos hace unos años.

A lo largo del Nidda, densamente cubierto de maleza, cruzamos finalmente el Mühlgraben. Este pintoresco lugar, donde el arroyo desemboca en el Nidda, atrae a los visitantes para que se detengan en las orillas o disfruten de la vista del "Pasarela azul"un puente que une los lados norte y sur de Rödelheim y que ha inspirado numerosos festivales.

Es hora de tomar un helado. Abandonamos la ribera verde por la Pasarela Azul y nos dirigimos hacia el centro de la ciudad propiamente dicho. Cerca de la estación de tren, encontramos el "Eis Café Gelateria", donde nos deleitamos con una generosa porción de helado de plátano. Con una pequeña pero excelente selección y un servicio amable, la heladería ofrece una experiencia perfecta.

Antes de regresar a Fráncfort, visitaremos la iglesia neogótica de San Antonio, un monumento por dentro y por fuera, y admiraremos algunas de las tradicionales casas de entramado de madera de Rödelheim.